Este artículo te revelará 4 errores que no permitían adelgazar a Janet...
Tiempo de lectura: 3 minutos
En sólo 3 minutos tendrás muy claro cómo estos 4 errores te han estado alejando de un peso saludable.
Lee con atención y detecta si te identificas con alguno de estos errores... ¡Comencemos!
Protectora animal...
Janet había creado una vida apasionante dedicada al cuidado de los animales.
Su amor incondicional hacia ellos era evidente en cada gesto y en cada mirada.
Detrás de esta dedicación se escondía una profunda verdad:
Janet se había refugiado en el cuidado de los animales para evitar enfrentar su propia soledad y el vacío que sentía al no tener hijos.
Lo anterior lo compartió ella misma...
Jannet, en enero 2018
El silencio en su hogar, las risas infantiles que aún no habían llegado, las diferencias con su esposo y la culpa que sentía cuando comía algo que le habían prohibido, se disipaban cuando estaba rodeada de sus queridos animales.
Pero en el fondo, Janet sabía que había una parte de sí misma que estaba esperando ser reconocida y sanada.
(En la página siguiente te contaré el paso a paso que Jannet hizo para romper con los patrones emocionales que no le permitían perder peso )
Error # 1: Luchaba contra mi cuerpo.
Un día estaba en un cumpleaños de mi sobrino, comenta.
El lugar estalla abarrotado de familiares y amigos.
- Llené mi plato hasta arriba y me senté en una silla que me acercó mi hermana y cuando quise levantarme, no pude.
Estaba encajada en la silla y las patas comenzaban a doblarse.
Todos comenzaron a reírse y yo también intenté reírme, pero fue humillante.
Sentí una vergüenza horrible y mucho coraje contra mi cuerpo.
Jannet, en marzo 2018
Entre mi marido y un amigo consiguieron desencajarme de la silla, destrozando de paso las patas, ¡aplastadas por mis muslos de 180 centímetros
Y el único consuelo, fiel compañera en estos momentos de humillación era la comida.
Mientras lloraba en el coche de vuelta a casa, reclamándole a mi cuerpo de por qué me hacía pasar estas penas, decidí que tenía que hacer algo".
Fue mi esposo el que me dijo:
- ¡Ya no te quejes y haz algo!
En ese momento, nuevamente, me sentí incomprendida, lloré porque no me entendían, pero supe que era verdad.
Llegue a casa y puse en internet la siguiente frase:
Estoy cansada... ¿por qué no puedo perder peso?
Y ahí apareció Carlos serrano...
Error # 2: Dietas, dietas y más dietas.
Si de algo era experta era en dietas.
Las había probado todas, control de grasa, control de calorías...
Incluso llegué a intentar no comer nada después de las 5 de la tarde, hasta que me rendí.
Estaba gorda y debía de aceptarlo...
¿Qué podía hacer?
Jannet, en enero 2019
Cuando Carlos me preguntó:
- ¿Cuántas dietas has hecho?
No tuve respuesta...
Solo recuerdo que sentí mucha vergüenza porque sentí que no tenía fuerza de voluntad.
En eso momento Carlos me dijo...
- Ni se te ocurra pensar que es tu culpa...
Tú no has traicionado a las dietas... Las dietas te han traicionado a ti.
En ese momento sentí paz y calma...
Siento que un saco de piedras se caían de mi ancha espalda...
Desde que aprendí con Carlos:
✅ Las 4 reglas de Oro para comer sanamente, ✅ ¿Cómo salirme del club del plato vacío? ✅ ¿Cómo reajustar mi termostato interno de hambre? ✅ Y cómo no dejar activar a la "Osa Voraz", como dice Carlos, sentí que me liberé.
Ahora sé que no se trata de hacer dietas.
Es cambiar la forma en que me relaciono con la comida.
Ahora disfruto la comida, en vez de pasarme el día pensando en ella y devorándola sin sentido como hacía antes.
Error # 3: Atrapada en la culpa
Durante mucho tiempo... no recuerdo cuánto...
Pero desde niña, mi mamá no me permitía comer lo que me gustaba...
Papá, casi todas las tardes llevaba pan y dulces y mis hermanos comían libremente...
A mi no me dejaban...
- Yan, tú no... no ves lo gorda que estás... ¡Que coraje!
Jannet, en julio 2020
Ya de grande, cuando comía cualquier comida que se me apetecía, había un pensamiento constante en mi cabeza:
- ¡Otra vez!, ¿Por qué te lo comiste? Ibas tan bien en la dieta... NO TIENES DISCIPLINA.
Así todos los días.
Y otro tipo de culpa que descubrí con Carlos fue el del Club del Plato Vacío...
Era imposible para mi dejar comida en el plato aunque ya estuviese llena, satisfecha...
Sentía una culpa enorme porque desde niña había aprendido a no dejar sobras...
Habían muchos niños sin comida...
De esta culpa aprendí a liberarme con la ayuda de mi mentor (Carlos).
Error # 4: Presa de los antojos y atracones.
Y sí...
Llegaba las 5 de la tarde y se apoderaba de mi un hambre atroz...
Carlos me ayudó a entender que no era verdadera hambre...
Era hambre emocional...
Este proceso fue realmente liberador cuando me preguntó:
- Janet, qué estás significando la comida para ti?
Al principio dije:
- ¡Pues comida!
Jannet, en agosto 2022
Después de unos minutos y del silencio de Carlos, descubrí algo...
La comida estaba significando un soporte, un bastón en mis momentos de soledad...
La comida llenaba mi insatisfacción de no ser mamá...
La comida estaba significando mi compañero, mi amiga más cercana, la que mejor me consolaba...
Y cuándo Carlos me preguntó:
- Janet, ¿Qué te está regalando sobrepeso a tu vida?
Wowwww, fue mágico lo que descubrí...
Pero eso te lo cuenta Carlos en la siguiente página...
¿Quieres conocer lo que descubrió Janet, cuando le hice esa pregunta?
En la siguiente página te mostraré todo lo que descubrió Janeth al preguntarle: