Todos en esta vida hemos recibido algún piropo de vez en cuando, verdad que sí.
En ocasiones pueden parecer triviales, como “Vaya, que bien te ves”, o “Estás muy guapa hoy”. Otras veces pueden parecer más importantes, como “Estás muy sexy”, o “Sabes, te admiro mucho, me gusta lo que has logrado”.
Las percepciones sinceras y positivas, que recibimos por parte de terceras personas, y que probablemente no hemos sido capaces de apreciar en su momento, pueden ser muy valiosas para apreciar de verdad nuestras propias cualidades y mejorar de inmediato nuestra autoestima.
En este post te enseñaré una técnica que te ayudará a mejorar tu autoestima, así como tu autoimagen cada vez que se mire en un espejo.
Lea primero el ejercicio varias veces, hasta que se aprenda los pasos, o escuche el audio que te comparto abajo.
El proceso completo no le tomará más de 10 minutos y puedes repetirlo las veces que desees.
EJERCICIO “EL ESPEJO AMISTOSO”.
Antes de hacer este ejercicio, lea todos y cada uno de los pasos.
- Colóquese delante del espejo con los ojos cerrados. Recuerde un momento concreto en el que alguien, a quien respeta y en quien confía, le dijo un piropo. No es necesario que se crea lo que le dicen, pero sí que confía en la persona que se lo dice. Repita la experiencia una cuantas veces.
- Mientras recuerda el cumplido y la sinceridad de la persona que se lo dijo, preste especial atención a sus sentimientos de confianza y estima hacia esa persona.
- Cuando lo sienta con toda la fuerza posible, abra los ojos, mírese en el espejo y vea lo que vio esa persona. Permítase ver en sí misma lo que otros han visto en usted y sienta lo que ellos sintieron.
- Por último, imagine que toma una fotografía de usted mismo en ese momento. Imagine que guarda en su corazón esa fotografía. Manténgala ahí para que pueda verla siempre que quiera recordarse a sí mismo lo bien que puede sentirse.
No olvide utilizar este ejercicio a diario y no se sorprenda demasiado si ve que los cambios se producen de inmediato.
Para muchas personas, el hecho de pasar de un odio a sí mismas a un estado de aceptación neutral ya supone un cambio vital.
