Era una de esas tardes en la que estoy esperando a mi próxima paciente; en ese momento toca a la puerta mi asistente y me informa que ya me están esperando.

Voy por ella y veo a una señora, con bastante sobrepeso, aunque también me doy cuenta de que es una señora de rostro sumamente hermoso y jovial; en ese momento se sienta y empezamos a platicar.

Comentó que la había recomendado un Doctor, especialista en Endocrinología, ya que él, después de tantos exámenes creía que su sobrepeso era emocional.

En sus exámenes no se veían reflejados ningún problema hormonal, ni endocrino.

Por tanto, Lupita (nombre falso) no tenía ningún problema médico serio, tampoco su sobrepeso era causado por un problema de alimentación, ya que había pasado por bastantes dietas, siendo una persona bastante disciplinada en su nutrición, pero no perdía peso.

Le pregunté:

– ¿Y cuánto ejercicio haces Lupita?

A lo que me contestó, con lágrimas en sus ojos:

– Estoy en el gimnasio, voy desde hace unos 7 años, soy sumamente disciplinada, me comprometo realmente, hago Pilates, Spinning, pero mi sobrepeso no cede.

Después de unos minutos le expliqué en qué consistía mi PASO a PASO para descubrir qué se escondía detrás de ese exceso de peso.

Por lo general, todo síntoma -sobrepeso- que prevalece en una persona, continúa ahí porque le está generando beneficios a su sistema, a su estructura mental profunda.

Sabiendo esto, le pedí a Lupita, que se permitiera cerrar sus ojos, que tomara uno, dos o tres respiraciones profundas y le preguntara a su mente interior, cuáles eran los beneficios que le estaba regalando su sobrepeso…

Aquí comenzamos a trabajar con su parte sub-consciente.

Claro, como me esperaba, ella al principio sólo me contestó:

– Carlos, pero yo no tengo ningún beneficio con mi sobrepeso, yo no quiero estar así.

Le respondí, con voz suave y clara:

– Claro que tú no quieres estar así, consciente-mente… pero permite comunicarte con esa parte inconsciente, que es la que está provocando tu sobrepeso, que es la que está recibiendo beneficios.

Recuerda que consciente-mente tú no lo recuerdas, o tú, de manera consiente no tienes acceso a esa información.

Pero permite que esa parte de ti, que te cuida y te protege, te vaya llevando… te permita descubrir cuál es el beneficio que tú estás recibiendo con el sobrepeso.

Después de unos 3 minutos de estar en este estado de relajación, comunicándose con su sabio interior, comienzo a percibir que salen lágrimas de sus ojos.

Es en este momento que me doy cuenta de que está encontrando alguna información y le pregunto:

– ¿Lupita, encontraste algo?

Con voz suave, me responde:

– “Carlos, no sé si tiene que ver, pero yo era una mujer muy delgada. En mi juventud fui modelo profesional durante mucho tiempo.

Y continuó Lupita…

Me doy cuenta que tenía la auto-estima por los suelos. Si un hombre me miraba bonito, si me hablaba con cariño, yo caí en la cama con él.

– Me doy cuenta que no me quería, me sentía terriblemente sola.

Después de una muy breve pausa, prosiguió:

– A los 27 años conocí a mi esposo y me enamoré profundamente de él.

Fuimos novios y recuerdo (aquí comenzaron a intensificarse sus lágrimas)…

En este momento encuentra la Ganancias Oculta de su Sobrepeso…

– El día en que nos casamos, frente al altar, en el momento de la comunión, mientras estaba en oración, le pedí a Dios, con todo mi corazón, con todas mis ganas, con todas mis fuerzas que yo no quería que ningún hombre me viera, que ya no quería ser atractiva para ningún hombre, porque sabía mi flaqueza.

Le dije a Dios: – Hazme gorda, hazme fea, pero que ya no me vean. NO QUIERO SER INFIEL, no quiero fallarle a mi esposo.

¿Te diste cuenta?

Detrás del sobrepeso de Lupita había un miedo intenso y profundo a serle infiel a su esposo.

A PARTIR DE ESTE MOMENTO FUE MUCHO MÁS FÁCIL TRABAJAR CON EL CONFLICTO, POR QUE SABÍAMOS CUÁL ERA LA CAUSA DETRÁS DEL SOBREPESO.

En su yo más profundo e íntimo, ella creía que si un hombre la miraba, necesariamente iba a traicionar a su esposo.

Por tanto, había generado una creencia bastante limitadora para ella y su pareja.

(El proceso interno continuó, encontrando otros muchos beneficios y protecciones que estaban ocultas hasta ese momento).

Teniendo esta información, en las sesiones siguientes comenzamos a modificar sus creencias acerca de ella misma y acerca de sus miedos a ser infiel.

El resultado fue espectacular. A los 2 meses y medios Lupita había perdido más de 25 kilogramos, sin dietas y sin cambios en su vida.

Esto es una historia real, de una mujer 100% real.